energía limpia.
La energía limpia abarca tecnologías que proporcionan energía sin emitir gases de efecto invernadero ni contaminantes. Sus funciones principales son generar electricidad, proporcionar calefacción y refrigeración, y alimentar el transporte, todo mientras reducimos nuestra huella de carbono. Las características tecnológicas de la energía limpia incluyen fuentes de energía renovable como la solar, la eólica, la hidráulica, la geotérmica y la biomasa. Estas se aprovechan a través de tecnologías como celdas fotovoltaicas, turbinas eólicas, presas hidroeléctricas y bombas de calor geotérmicas. Las aplicaciones de la energía limpia van desde paneles solares residenciales hasta granjas eólicas a gran escala, y desde vehículos eléctricos hasta la producción de biocombustibles. Es una parte integral de un futuro energético sostenible, asegurando un suministro continuo de energía mientras se preserva el medio ambiente.